Terapia manual visceral

Mejorar la función visceral

La fascia visceral protege nuestros órganos vitales y de la región abdominal y pélvica, existiendo una estrecha relación entre los distintos componentes con el sistema musculoesquelético.

Si existe una disfunción de un órgano generará restricciones de movilidad, adherencias y se alterará la sincronía de movimiento respecto al resto de estructuras. Podrían aparecer síntomas de dolor abdominal, dolor muscular, dolor referido a otra zona o incluso alteraciones posturales.

¿Qué conseguimos con esta terapia?

Con la terapia visceral realizaremos un trabajo manual sobre la región abdominal con el objetivo de devolver una correcta movilidad a una víscera, mejorar su función y favorecer el deslizamiento respecto a fascias, ligamentos o membranas, y así mejorar también el funcionamiento de estructuras relacionadas con esa disfunción.

Indicaciones

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Limitación de movilidad respiratoria

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Trastornos menstruales

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Problemas digestivos: reflujo gastroesofágico, hernia de hiato, gastritis

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Estreñimiento

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Cicatrices post-cirugía

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